Tengo que decir que yo, extraño en Sagunto, tuve oportunidad de escuchar de boca de los que conmigo hicieron cola durante el día del estreno a las puertas del ayuntamiento las más diversas opiniones y manifestaciones. Había abuelos y abuelas que lamentaban de antemano que no se consiguiera en este reestreno el nivel de la primera y segunda representación. Recordaban a Mary Carrillo y a Adolfo Marsillach, cuya actuación consideraban irrepetible. Otros, por el contrario, alababan la capacidad de movilización del nuevo equipo. Había quien lamentaba la flojera del nuevo gobierno municipal, añorando el anterior. En fin, también quien miraba el presente con optimismo.
Un compañero de cola, vecino de la parte de “afuera”, lo que entonces sería Túrbula, que en todo momento se quejó de los buenos tiempos que ya no volverán, y con el que también coincidí en el graderío durante la representación, al salir hacia los coches aparcados a orillas del Palantia, me expresó su alegría por haber gozado de un espectáculo que para nada permite echar en falta el pasado.
Acabo, ahora mismo, de leer una queja acerca de si el río que media entre Túrbula y Cartago estaba representado por papel aluminio… (http://www.lasprovincias.es/valencia/20090901/vida-ocio/obra-destruccion-sagunto-fecha-20090901.html) ¡Quién se fijó en aquello, teniendo tantas cosas que mirar!
TODO UN ACONTECIMIENTO QUE YA QUISIERAN ALGUNOS DIRECTORES PONER EN ESCENA CON ESTA GENTE TAN FANTÁSTICA
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Tengo que decir que yo, extraño en Sagunto, tuve oportunidad de escuchar de boca de los que conmigo hicieron cola durante el día del estreno a las puertas del ayuntamiento las más diversas opiniones y manifestaciones.
Había abuelos y abuelas que lamentaban de antemano que no se consiguiera en este reestreno el nivel de la primera y segunda representación.
Recordaban a Mary Carrillo y a Adolfo Marsillach, cuya actuación consideraban irrepetible.
Otros, por el contrario, alababan la capacidad de movilización del nuevo equipo.
Había quien lamentaba la flojera del nuevo gobierno municipal, añorando el anterior.
En fin, también quien miraba el presente con optimismo.
Un compañero de cola, vecino de la parte de “afuera”, lo que entonces sería Túrbula, que en todo momento se quejó de los buenos tiempos que ya no volverán, y con el que también coincidí en el graderío durante la representación, al salir hacia los coches aparcados a orillas del Palantia, me expresó su alegría por haber gozado de un espectáculo que para nada permite echar en falta el pasado.
Acabo, ahora mismo, de leer una queja acerca de si el río que media entre Túrbula y Cartago estaba representado por papel aluminio… (http://www.lasprovincias.es/valencia/20090901/vida-ocio/obra-destruccion-sagunto-fecha-20090901.html)
¡Quién se fijó en aquello, teniendo tantas cosas que mirar!
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